No estás aquí por casualidad: tenemos una misión
- Sergio Daldi
- 4 ago
- 3 Min. de lectura
Hay muchos lugares donde el Evangelio no llega fácilmente… pero sí puede llegar. Las cárceles, los hospitales, los hogares rotos, las calles frías. Jesús nos llama a ser sus manos y su voz donde más se necesita. No estamos aquí por casualidad. Tenemos una misión. Y la estamos cumpliendo… juntos.
34-36 »Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “¡Entren, benditos de mi Padre! Reciban lo que les corresponde en este reino, que ha estado preparado para ustedes desde la fundación del mundo; y he aquí la razón:
“Tuve hambre y me dieron de comer,
tuve sed y me dieron de beber,
no tuve hogar y me dieron alojamiento,
temblé de frío y me dieron ropa,
estuve enfermo y me visitaron,
estuve en la cárcel y vinieron a verme”.
Mateo 25:34–36, Biblia El Mensaje
Hace un par de años, tuvimos el privilegio de visitar las instalaciones de Prison Book Project, una organización que ha llevado más de un millón de libros a cárceles en 39 países. Fuimos con la Dra. Lis Milland —autora de Casa Creación— y con mi esposa Sofía. Caminamos entre estantes repletos de libros donados, listos para ser enviados. Libros que cruzan rejas, muros y soledad. Que llegan a manos de hombres y mujeres rotos, olvidados, pero profundamente amados por Dios.
Lo que vimos nos impactó. Cada libro que enviamos no es solo papel. Es esperanza. Es vida. Es un “te veo” de parte de Dios a alguien que quizás pensó que ya no valía la pena vivir.
Y no es solo “lo que ellos hacen”. Es lo que hacemos juntos. Cuando donamos libros, cuando sembramos con generosidad, cuando oramos por un preso, por un vecino, por un enfermo… estamos respondiendo al llamado del Rey: estuve en la cárcel y vinieron a verme.
Nuestra misión no se limita a un lugar. Está también en nuestro vecindario, en ese amigo que lucha en silencio, en esa madre agotada que necesita consuelo, en ese joven confundido que espera una palabra de aliento. La misión es hoy. Aquí. Con lo que tenemos.
Muchas veces no nos animamos a hablar directamente. No sabemos qué decir, o tememos ser rechazados. Pero un libro puede hablar por nosotros. Puede ser la voz de Dios entrando en una celda, en una sala de hospital, o en el corazón herido de alguien muy cercano. Por eso sembramos con la palabra impresa. Y por eso, este octubre, cuando tengas en tus manos la Biblia El Mensaje, tendrás una oportunidad única: regalarla, compartirla, sembrarla… y dejar que Dios hable con palabras que llegan directo al corazón.
Aplicación práctica:
Haz memoria. ¿Quién está sufriendo a tu alrededor que necesita un gesto concreto de amor?
Ora por los olvidados. Dedica esta semana un momento para orar por los presos, los enfermos y los rechazados.
Sé generoso. Dona un libro, una ofrenda o tu tiempo a una causa que esté llevando esperanza a lugares oscuros.
Habla de Jesús. Una conversación guiada por amor puede cambiar el destino de alguien para siempre.
Oración:
Señor Jesús, gracias por llamarnos a servirte en los más pequeños, los más olvidados, los más rotos. Abre nuestros ojos para ver dónde estás necesitando que actuemos. Quita de nosotros la indiferencia, el egoísmo o la comodidad. Llénanos de compasión activa. Queremos vivir con propósito, llevando tu amor donde nadie más llega. Amén.
No estamos aquí por casualidad.
Estamos aquí para responder al llamado del Rey.
Tenemos una misión
Sergio Daldi
CEO & Presidente
Grupo Nivel Uno / Casa Creacion
La Biblia que se deja leer como una historia viva
llega en "octubre 2025"
El Mensaje te habla al corazón con un lenguaje claro, poético e impactante. Prepárate para vivir la Biblia como si la descubrieras por primera vez.
Muy gratificante leer este devocional