Dios te sostiene hasta el final

Sergio Daldi
16 dic
3 Min. de lectura

Empezar es fácil cuando hay entusiasmo. Lo difícil es mantenernos firmes cuando llegan el cansancio, la demora y las pruebas. Pero esta es la esperanza: Dios te sostiene hasta el final. La fe no se trata de una arrancada fuerte, sino de una perseverancia sostenida con los ojos puestos en Jesús.

Corredor de maratón cansado perseverando bajo la lluvia, ilustrando que Dios sostiene hasta el final

Hay una sabiduría que no solo nos impulsa a comenzar bien, sino a evitar callejones sin salida. Por eso la Escritura nos habla con tanta claridad:

10–15 Querido amigo, sigue mis consejos, te añadirán años de vida. Te escribo instrucciones claras para que sigas el camino de la sabiduría, estoy trazando un mapa que te lleve a la calle de la rectitud. No quiero que acabes en los callejones sin salida de la vida, ni que pierdas el tiempo equivocándote al doblar la esquina.

Aférrate con fuerza a los buenos consejos; no dejes que se te escapen. Guárdalos bien: ¡tu vida está en juego! No tomes los atajos de los malvados; ni pongas siquiera un pie en esas calles. Mantente lejos de ellas; ni andes cerca de las mismas. Haz un desvío y sigue tu camino.

—Proverbios 4:10–15, Biblia El Mensaje

Salomón, al final de su vida, escribió una frase que nos confronta con mucha honestidad:

Los finales son mejores que los comienzos. Cumplir con ellos es mejor que sobresalir. Eclesiastés 7:8, Biblia El Mensaje

No es difícil iniciar algo con intención. Lo desafiante es sostenerlo cuando el tiempo pasa y el corazón se desgasta. Por eso la sabiduría bíblica vuelve siempre a lo esencial: comenzar con Dios.

Comienza con Dios: el primer paso para aprender algo es inclinarnos ante Dios; solo los necios se burlan de tal sabiduría y de lo que pueden aprender. Proverbios 1:7, Biblia El Mensaje

Y al final, Salomón deja una conclusión que no se puede mejorar: La palabra última y final es esta: Teme a Dios. Haz lo que te diga. (Eclesiastés 12:13, Biblia El Mensaje)

Ese temor santo no es terror; es reverencia que endereza el camino. Es el tipo de fe que nos mantiene con los pies en la tierra, porque las decisiones de Dios son exactas y no fallan.

Las decisiones de Dios son exactas hasta el último detalle. (Salmo 19:9, Biblia El Mensaje)

Y acá entra la esperanza que sostiene el devocional: Dios te sostiene hasta el final. No solo nos llama a perseverar; Él mismo puede guardarnos firmes.

Y ahora, a aquel que puede guardarlos para no caer y mantenerlos erguidos en su gloriosa presencia, renovados y con alegría… (Judas 24–25, Biblia El Mensaje)

Jesús lo dijo sin vueltas: lo que Dios pide es resistencia, fidelidad sostenida.

No obstante, permanecer firme es lo que Dios exige. Permanecer firmes hasta el final, (Mateo 24:13, Biblia El Mensaje)

Pablo insiste en lo mismo: no distraerse, no desviarse, permanecer anclados. ¡No menosprecien un regalo de tal magnitud!

Y cuando la fe se siente como carrera larga, Hebreos nos levanta la mirada hacia Jesús:

¿Entienden lo que esto significa: todos estos pioneros que abrieron el camino, todos estos veteranos que nos animan? Significa que lo mejor es que vayamos hacia adelante. Quitémonos todo lo que nos estorba, empecemos a correr… ¡y nunca nos rindamos! Sin sobrepeso espiritual, sin pecados que nos consuman. Fijos los ojos en Jesús, que empezó y terminó esta carrera. Aprendamos cómo lo hizo… ¡Eso llenará de ánimo sus almas,(Hebreos 12:1–3, Biblia El Mensaje)

Cuando te falten fuerzas, volvé a esta verdad: Dios te sostiene hasta el final. Y si hoy estás cansado, no significa que estás perdiendo; significa que estás en medio del proceso… y que todavía hay gracia para seguir.

Aplicación práctica

Identifica tus “atajos”: ¿qué decisiones te están tentando a salirte del camino correcto? (Proverbios 4) (Biblia El Mensaje)
Vuelve a lo esencial: comienza con Dios otra vez hoy, sin culpa, sin vergüenza. (Proverbios 1:7) (Biblia El Mensaje)
Fija tus ojos en Jesús: no en el cansancio, no en la demora, no en la presión. (Hebreos 12:1–3) (Biblia El Mensaje)
Repite esta verdad en voz alta: “Dios te sostiene hasta el final”.

Oración

Querido Padre celestial, por favor dame la fuerza y la determinación para resistir hasta el final. Lléname del espíritu de temor del Señor para que pueda terminar bien y darte gloria. En el nombre de Jesús, amén.

Dios te sostiene hasta el final: no estás corriendo solo.