Sé fiel… aunque nadie te vea
- Sergio Daldi
- hace 16 horas
- 3 Min. de lectura
A veces Dios te promueve… y luego permite una prueba para afirmar tu corazón. La verdadera grandeza no se mide por lo que otros ven, sino por lo que hacemos cuando nadie está mirando. Dios recuerda cada acto de fidelidad, incluso los que otros pasan por alto.

19-20 En una de las ocasiones en que se reunía a las vírgenes, Mardoqueo estaba sentado en la puerta del rey. Durante todo este tiempo, Ester había mantenido en secreto su origen familiar y su raza, tal y como Mardoqueo le había ordenado; Ester seguía haciendo lo que Mardoqueo le decía, así como cuando fue criada por él.
21-23 Ese día, mientras Mardoqueo estaba sentado en la puerta del rey, Bigtana y Teres, dos de los eunucos que custodiaban la entrada, se habían enojado contra el rey y estaban haciendo planes para asesinarlo. Sin embargo, Mardoqueo se enteró del complot y se lo contó a la reina Ester, quien a su vez se lo informó al rey Asuero dando crédito a Mardoqueo. Cuando se investigó el asunto y se confirmó como cierto, los dos hombres fueron colgados en una horca. Todo esto se escribió en un libro de crónicas guardado para el uso del rey.
Ester 2:19-23 Biblia El Mensaje
Ester ya era reina. Ya tenía corona, posición, influencia y favor.
Pero, aun así, seguía obedeciendo a Mardoqueo “como cuando fue criada por él” (v.20). La promoción no cambió su corazón… la reveló.
Y Mardoqueo, por su parte, también fue fiel: Cumplía su función diaria sentado a la puerta del rey —un trabajo aparentemente común— pero allí mismo salvó la vida del rey… sin esperar aplausos, sin recibir recompensa.
Nadie celebró su valentía. Nadie lo premió. Nadie lo mencionó… pero Dios sí lo registró. Pero Dios sí lo vio. Y quedó escrito en un libro. Ese detalle, aparentemente pequeño, se transformará en el capítulo 6 en el giro más poderoso de toda la historia.
Así es Dios.
A veces te promueve, y rápidamente después permite una prueba para ver si tu corazón sigue alineado.
A veces no ves fruto, no ves recompensa, no ves reconocimiento… pero Dios sí lo ve, lo registra y lo recuerda.
Quizás hoy te sentís así: Fiel, pero no visto. Obediente, pero no reconocido. Haciendo lo correcto, pero sin resultados visibles.
Este devocional viene a recordarte una verdad que sostiene tu fe:
La promoción no cambia tu carácter; lo revela.
Y Dios recuerda lo que otros olvidan.
Aplicación práctica — Sé fiel aunque nadie te vea
La fidelidad en lo oculto prepara tu promoción pública. Lo que haces sin testigos, Dios lo anota.
No dejes tu identidad por tu posición. Ester no dejó de ser prudente ni obediente por tener corona.
Tu puesto actual es parte del plan. Mardoqueo salvó al rey simplemente por estar en el lugar correcto… siendo fiel.
Dios no olvida. El hombre puede ignorar tu esfuerzo; Dios jamás lo hará.
Oración
Señor, quiero ser fiel aun cuando nadie me vea. Guardá mi corazón de la soberbia y de la frustración. Ayudame a obedecerte en cada etapa, en silencio o en honra. Gracias porque lo que otros olvidan, vos lo recordás. Y gracias porque cada acto de fidelidad forma parte del propósito que estás construyendo en mi vida. Amén.
Dios recuerda lo que hiciste en silencio; es cuestión de tiempo para que lo traiga a la luz.

Sergio Daldi
CEO & Presidente
Grupo Nivel Uno / Casa Creacion

