Serénate: Dios actúa
- Sergio Daldi
- 25 sept
- 3 Min. de lectura
Cuando sufrimos injusticias —en negocios, amistades o familia— queremos justicia ya. La Palabra de Dios nos invita a frenar, confiar y hacer el bien. Cuando soltamos el control, Dios actúa mejor que nosotros.
1-2 No te molestes con los fanfarrones ni desees triunfar como los malvados.
En poco tiempo se marchitarán como hierba desmenuzada y se secarán como flores cortadas y puestas al sol.
3-4 Confía en Dios y haz una buena obra, establécete y apégate a lo que conoces.
Mantente en compañía de Dios, y participa de lo mejor.
5-6 Abre tu corazón ante Dios, no te guardes nada; él hará lo que haya que hacer: Validará tu vida a la luz del día y te dará su aprobación al mediodía.
7 Serénate ante Dios, ora constantemente ante él.
No te molestes con los que ascienden de posición, los que se abren paso a codazos para alcanzar la cima.
8-9 Refrena tu ira, desecha tu enojo, no pierdas los estribos: con eso solo empeoras las cosas.
Dentro de poco los ladrones estarán en bancarrota; los inversionistas de Dios pronto serán dueños de todo.
10-11 Antes de que te des cuenta, los malvados recibirán su merecido; mirarás fijamente su otrora famoso lugar y ¡no los verás!
Gente sensata se mudará y tomará el control, y disfrutarán de una gran bonanza.
—Salmo 37:1-11 Biblia El Mensaje
Responder a la injusticia nunca es fácil. Muchas veces me ha tocado vivir situaciones en las que personas, ya sea en negocios, amistades o incluso en familia, han actuado con engaños o con actitudes egoístas. Y no te niego que me cuesta mucho entender por qué lo hacen. Porque no es mi esencia devolver maldad con maldad, y cuando alguien me quiere estafar, me miente o no cumple lo que prometió, dentro de mí se genera una lucha muy fuerte.
Quizás también te ha pasado: en un instante, la injusticia puede desestabilizarnos. Nos roba la paz, nos llena de pensamientos de enojo, y lo peor es que nos tienta a querer tomar justicia por nuestras propias manos. Pero en medio de esas luchas, este salmo nos recuerda algo esencial: no reaccionemos como los demás. Más bien, confiemos en Dios, hagamos el bien, permanezcamos fieles en lo que sabemos hacer y busquemos Su compañía cada día.
Sé que no es fácil. Yo mismo reconozco que a diario tengo que recordarme dejar que Dios actúe. Porque mi tendencia humana es querer resolver, confrontar o exigir justicia inmediata. Y hasta en mi tiempo personal con el Señor, a veces me cuesta decirle cómo realmente me siento. Pero el rey David nos aconseja algo distinto: serenarnos, orar y no obsesionarnos con aquellos que “se abren paso a codazos” (v.7).
Cuando elegimos esa postura, aunque no veamos resultados de inmediato, recordamos una verdad poderosa: serénate Dios actúa. Al confiar en Él, dejamos el terreno libre para que haga justicia a Su manera.
Aplicación práctica
Decide no reaccionar con la misma moneda. La injusticia se vence con integridad, no con venganza.
Confía en el tiempo de Dios. Aunque parezca lento, su justicia siempre llega y es perfecta.
Haz el bien sin detenerte. Que tu respuesta al mal no sea el resentimiento, sino la fidelidad en lo que sabes hacer bien.
Exprésale todo a Dios en oración. No te guardes nada; cuando vacías tu corazón ante Él, recibes paz y fortaleza.
Oración
Señor, ayúdame a serenarme ante la injusticia. Tú conoces mi corazón, mis luchas y lo que me duele. Dame la gracia para no responder con enojo ni rencor, sino para confiar en que Tú actúas con verdad y justicia. Enséñame a permanecer fiel en lo que me has dado para hacer, y a esperar en tu tiempo perfecto. Amén.
Cuando sueltas el control, Dios actúa mejor que tú. Serénate: Dios actúa
Sergio Daldi
CEO & Presidente
Grupo Nivel Uno / Casa Creacion
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🦋 dice la Preciosa Palabra en 📖 Romanos 12:19 “Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se haga cargo la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras: “Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen”, dice el Señor.” 🌻 que Dios siga Bendiciendo a todo aquel que lea este comentario y a sus hogares 🦁
😀estos devocionales, son una bendición, gracias por tomarse el tiempo de hacerlos, sigan adelante, no saben el impacto que tienen sobre los que leemos sus correos.
Salmo 37