Elección espiritual vs política

Sergio Daldi
6 oct
3 Min. de lectura

En tiempos de elecciones políticas, es fácil enfocarnos solo en lo terrenal. Pero hay una elección espiritual vs política que trasciende cualquier urna.

Persona frente a dos caminos representados con flechas, simbolizando una elección espiritual vs política

18-19 Cuando Jesús vio que la multitud de curiosos crecía por momentos, dijo a sus discípulos que lo sacaran de allí y lo llevaran al otro lado del lago. Mientras se marchaban, un maestro de la ley preguntó si podía acompañarlo.

—Te seguiré a dondequiera que vayas —dijo.

20 —¿Estás dispuesto a pasarla mal? —respondió Jesús de forma cortante—. No nos alojamos en las mejores posadas.

21 Otro seguidor le pidió:

—Señor, dame un par de días, por favor. Tengo que ocuparme del funeral de mi padre.

22 Jesús se negó:

—Lo primero es lo primero. Ocúpate de la vida, no de la muerte. Sígueme. Busca la vida.

—Mateo 8:18-22 Biblia El Mensaje

En las próximas semanas, varios países de Latinoamérica vivirán momentos de elección: Argentina, Chile, Bolivia, Colombia… Millones de personas decidirán quién conducirá el destino de sus naciones.

Son decisiones difíciles: se discuten en familia, entre amigos, en el trabajo; generan divisiones, tensiones, bandos.

Si el gobernante elegido lo hace bien, celebramos; si lo hace mal, nos frustramos. Es parte de la vida democrática, pero nos enfrenta a decisiones cargadas de peso y consecuencias.

Sin embargo, hay una elección mucho más profunda, que no se hace en una urna ni se debate en paneles. Es la elección personal de seguir a Jesús.

Y esa no se puede postergar para “cuando tenga tiempo”.

Al contrario, esta decisión viene cargada de paz, esperanza y claridad en cada paso que damos.

Cuando elegimos seguir a Jesús, no depositamos nuestra confianza en sistemas cambiantes, sino en un Reino firme. Su presencia trae seguridad interior cuando todo a nuestro alrededor es incierto. Nos llena con su paz en medio del conflicto, con consuelo en el dolor y con una esperanza que no depende de los resultados políticos ni de circunstancias externas.

Nos da dirección cuando no sabemos qué camino tomar, fortaleza para enfrentar las pruebas, perdón que limpia el pasado y una identidad nueva como hijos de Dios. En Él encontramos descanso verdadero, propósito renovado y una alegría que no fluctúa con las encuestas ni con los gobiernos, porque proviene de su Espíritu viviendo en nosotros.

En este pasaje, un hombre bien intencionado le dice a Jesús:

“Dame un par de días, necesito resolver algo importante primero.”

Pero Jesús responde con una claridad que corta toda excusa: “Lo primero es lo primero. Ocúpate de la vida, no de la muerte. Sígueme. Busca la vida.”

Jesús no está siendo insensible; está dejando claro que su llamado es prioritario, urgente, superior a cualquier obligación temporal.

Seguirlo no es algo que se agenda para después de “arreglar la vida”, es una decisión que marca el inicio de la verdadera vida.

Muchos lo admiraban, otros lo seguían de lejos, algunos decían “algún día lo haré”…Pero Jesús sigue diciendo hoy: “Sígueme ahora. Pon la vida por encima de todo lo demás.”

Aplicación práctica

Pregúntate: ¿hay cosas “importantes” que han ocupado el lugar de lo esencial en tu vida espiritual?
¿Qué decisiones estás postergando con excusas razonables, pero que en el fondo reflejan indecisión?
Hoy Jesús te llama a elegir la vida, no mañana, no cuando todo esté en orden.

Oración

Señor Jesús, reconozco que muchas veces he postergado decisiones importantes contigo por atender cosas que parecen urgentes. Hoy quiero responder a tu llamado: dejar lo secundario y seguirte a Ti. Quiero ocuparme de la vida, no de la muerte. Amén.