top of page
  • Foto del escritorSergio Daldi

Un mundo penetrado por Dios

Los libros históricos de la Biblia, desde Josué hasta Ester, nos muestran cómo el pueblo hebreo veía a Dios como una presencia activa y constante en sus vidas. Para ellos, no había separación entre lo secular y lo sagrado. Todo lo que ocurría, ya sea en lo cotidiano o en eventos extraordinarios, estaba impregnado por la mano de Dios. El pueblo de Dios no veía a Dios como una idea abstracta o una fuerza distante, sino como una persona viva, involucrada y presente en la historia humana. En cada evento, Dios estaba obrando su voluntad, llamando a las personas a la fe, y formando una comunidad de adoración.


Atenas - Hechos 17:16-34

16 Mientras más esperaba Pablo, en Atenas, a Silas y a Timoteo, más se enojaba. ¡Cuánta idolatría! La ciudad era un depósito de ídolos.

17-18 En la sinagoga discutió eso con los judíos y otras personas de ideas afines. Salía a la calle y hablaba con todo el que se le cruzara. Así, conversando, pudo conocer bien a muchos intelectuales epicúreos y estoicos. Algunos de ellos lo rechazaron con sarcasmo: «¡Qué imbécil!». Pero otros, al oírlo hablar de Jesús y la resurrección, quedaban intrigados: «Es un nuevo punto de vista sobre los dioses. ¡Cuéntanos más!».

19-21 Así que se reunieron y le solicitaron que hiciera una presentación pública en el Areópago, que era un área más tranquila. Le dijeron: «Esto es nuevo para nosotros. Nunca habíamos oído nada igual. ¿De dónde lo sacaste? Explícalo, queremos entenderlo». El centro de Atenas era un hervidero de chismes. Siempre estaba lleno de gente, lugareños y foráneos, ansiosos de enterarse de las «noticias» de última hora.

22-23 Pablo se dirigió al espacio abierto del Areópago y les habló: «Sin dudas, los atenienses se toman en serio su religión. Cuando llegué aquí el otro día, me sorprendí con todos los santuarios que hallé. Entonces vi uno con la inscripción: AL DIOS QUE NADIE CONOCE. Estoy aquí para presentarles a este Dios. Para que lo adoren con inteligencia y sepan con quién están tratando.

24-29 »El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él es el dueño del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por hombres ni necesita que los humanos le hagan favores. ¡Él puede cuidar de sí mismo! Hace a las criaturas; ellas no lo hacen a él. Creó, de la nada, a los hombres y formó la tierra. Asignó los tiempos y el espacio para que nosotros viviéramos y lo buscáramos. Él no quiere que andemos a tientas en la oscuridad, sino que lo encontremos. El Señor no juega a las escondidas. No está lejos, está cerca. Vivimos y nos movemos en él, ¡no podemos alejarnos de su presencia! Uno de los poetas de ustedes expresó: «Somos lo que Dios creó». Bueno, si somos eso, no tiene mucho sentido contratar a un escultor para que nos cincele un dios de piedra, ¿no es verdad?

30-31 »Si antes no conocíamos a Dios, él lo pasaba por alto. Sin embargo, eso se terminó. Él se ha manifestado y podemos conocerlo. Nos insta a un cambio de vida radical. Además, ha fijado un tiempo específico en el que juzgará a toda la raza humana y lo pondrá todo en orden. Ya designó al juez y lo ha confirmado ante todos al resucitarlo de entre los muertos».

32-34 Cuando oyeron la frase «resucitarlo de entre los muertos» los oyentes se dividieron. Algunos se rieron de él y se fueron haciendo chistes; otros dijeron: «Te escucharemos en otra ocasión. Queremos oír más». Fue todo por ese día y Pablo se marchó. Resultó que varias personas se convencieron allí mismo y se quedaron con el apóstol, entre ellos Dionisio el Areopagita y una mujer llamada Damaris.


Aplicación Práctica:

Hoy en día, es fácil ver nuestra vida cotidiana como desconectada de lo divino, separando las cosas de "Dios" de las cosas "del mundo". Sin embargo, este devocional nos recuerda que debemos estar alertas a la obra de Dios en cada detalle de nuestras vidas. Desde lo más sencillo hasta lo más complejo, Dios está presente y trabajando en nosotros y a través de nosotros. Pregúntate: ¿Cómo puedo ver la mano de Dios en las situaciones que estoy enfrentando hoy? ¿Cómo puedo reconocer Su presencia en los momentos más ordinarios de mi vida?

Oremos:

Señor, ayúdame a estar alerta a tu presencia en cada momento de mi día. Que no pierda de vista que, en lo grande y en lo pequeño, Tú estás trabajando para cumplir tu voluntad en mi vida. Abre mis ojos para verte en lo cotidiano, y mi corazón para obedecerte en todo. Amén.



Espacio de publicidad




7 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page