
En el Sermón del Monte, Jesús nos ofrece una promesa que desafía nuestra comprensión del sufrimiento: "Bendecidos los que sufren, porque serán consolados." Nos enseña que, en medio de nuestras pérdidas, dolores y lamentos, hay un consuelo que solo Dios puede ofrecer. Cuando sufrimos, no estamos abandonados; más bien, somos recibidos con el amor y la compasión del Padre. Jesús nos recuerda que nuestra tristeza no es el final, sino el punto donde Dios nos acoge con Su consuelo eterno.
Mateo 5:4: Biblia El Mensaje
Bendecidos los que sufren, porque serán consolados y acogidos con amor por Dios.
Aplicación práctica:
El sufrimiento es una experiencia que todos enfrentamos en algún momento. Jesús no promete que nuestras vidas estarán libres de dolor, pero sí nos asegura que en medio de ese dolor, Dios nos ofrece consuelo. Hoy, si estás atravesando una pérdida, una decepción o una temporada de angustia, acércate a Dios con tu dolor. Él no solo te escucha, sino que te acoge con amor y compasión. Recuerda que ser "bendecido" en medio del sufrimiento significa que Dios está contigo, sosteniéndote y prometiéndote un futuro lleno de esperanza.
Oremos:
Señor, gracias por tu promesa de consuelo en medio del sufrimiento. Hoy te entrego mi dolor, mis lágrimas y mis momentos de tristeza. Confío en tu promesa de que no me dejas solo, sino que me abrazas con tu amor y me das el consuelo que solo tú puedes dar. Ayúdame a confiar en que, aun en las sombras de la vida, tu luz de amor siempre está presente. Amén.
Espacio de publicidad
es una bendicion recibir esto mensajes.