Cuando falta un padre, pero no falta Dios
- Sergio Daldi
- 17 jun
- 2 Min. de lectura
Por Sergio Daldi
Hay heridas que no se ven.
No tienen forma, ni color, pero están ahí. Heridas que se formaron no por lo que pasó, sino por lo que nunca pasó:
—Un “te amo” que no llegó.
—Una mano que nunca se extendió.
—Un papá que estuvo ausente… o presente, pero sin abrazar.
Muchos arrastran ese vacío silencioso durante años. Y aunque crezcan, estudien, trabajen, tengan familia… algo en el alma sigue esperando una afirmación que no llega. Pero hoy quiero decirte algo que me cambió la vida: No importa cuán profunda sea tu herida paternal, hay un Padre que sí te vio, sí te amó y sí estuvo ahí. Siempre.
El Salmo 103 lo dice con palabras que conmueven el alma:
“Como sienten los padres por sus hijos, así siente Dios por los que le temen. Nos conoce por dentro y por fuera, tiene presente que estamos hechos de barro.”
—Salmo 103:15 – El Mensaje
¿Sabés lo que eso significa? Que Dios no solo te ama: te entiende. Sabe por qué reaccionás como reaccionás. Sabe qué te duele, qué te falta, qué estás buscando. Y lejos de juzgarte, te abraza. Como un buen Padre. Como el mejor.
No importa si te faltó un padre, si te falló, o si nunca supiste quién era. Dios puede restaurar lo que faltó. Él no reemplaza a nadie, pero completa lo que quedó incompleto. Y eso cambia todo.
Aplicación práctica:
Si llevás adentro alguna herida por la ausencia o falla de tu padre terrenal, hoy podés entregársela al Padre celestial. No reprimas. No maquilles. Orá con libertad y dejá que Él llene ese lugar.
Y si sos papá, recordá esto: tus hijos necesitan más tu ternura que tus consejos. Más tus abrazos que tus órdenes. Ellos verán a Dios como vos se los muestres.
Oración:
Padre bueno, gracias por conocerme por dentro y por fuera. Gracias por entenderme, por tener paciencia conmigo y por amarme aunque a veces no entienda nada.
Sana las heridas que dejó la ausencia o el dolor. Ayudame a vivir desde la identidad que me das: soy tu hijo, y vos sos mi Papá.
Llená mi corazón con tu abrazo invisible. Y enseñame a ser un canal de tu amor para otros. Amén.
Sergio Daldi
CEO & Presidente
Grupo Nivel Uno / Casa Creacion
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