Este pasaje contiene una promesa eterna de Dios: el derramamiento de Su Espíritu. Es un recordatorio de que no importa tu género, tu edad o tu posición; si sirves al Señor, eres parte del plan divino. Su Espíritu Santo no se reserva para unos pocos privilegiados, sino que es un regalo para todos los que le buscan con un corazón dispuesto.
En un mundo que constantemente trata de limitarte, Dios te declara que Él te ha capacitado para hacer cosas grandes. ¡Eres parte de una generación profética! Esto significa que puedes escuchar Su voz y ser un canal de esperanza y dirección para otros. Él no solo promete estar contigo, sino que Su poder, sabiduría y dirección están disponibles para ti hoy.
«Cuando llegue el momento, derramaré mi Espíritu sobre los que me sirven, hombres y mujeres, y van a profetizar».
—Hechos 2:17-18, Biblia El Mensaje
Aplicación Práctica:
Hoy puedes vivir con la certeza de que no estás solo ni desamparado. Si alguna vez has sentido que no eres suficiente o que no tienes lo necesario para cumplir el propósito de Dios, este versículo te asegura que Su Espíritu es suficiente para llenarte, guiarte y usarte de maneras que nunca imaginaste.Habla con Dios, pídele que llene tu vida con Su Espíritu y permite que Sus promesas te impulsen a vivir con propósito. Busca oportunidades para bendecir a otros con palabras de ánimo, amor y dirección divina.
Oremos:
Señor, gracias por tu promesa de derramar tu Espíritu sobre mi vida. Llena mi corazón de tu presencia y hazme sensible a tu voz. Ayúdame a vivir como alguien que lleva tu luz y tu esperanza a los demás. Confío en que, contigo, puedo cumplir el propósito para el que me creaste. En el nombre de Jesús, amén.
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