Prosperarás… donde otros se rinden.
- Sergio Daldi
- 9 oct
- 3 Min. de lectura
Hay lugares donde uno solo quiere salir corriendo. Donde nada sale como esperabas, donde la injusticia parece tener la última palabra,y donde la tentación más grande no es pecar… sino rendirse. José descubrió algo: la presencia de Dios también habita en Egipto.

1 Cuando los ismaelitas llevaron a José a Egipto, lo compró un egipcio llamado Potifar, que era uno de los funcionarios del faraón y mayordomo de su casa.
2-6 Como Dios estaba con José, las cosas le resultaron muy bien. Terminó viviendo en la casa de su patrón egipcio, que reconocía que Dios estaba con él y que veía que Dios obraba para bien en todo lo que hacía. Él se encariñó mucho con José y lo convirtió en su ayudante personal. Lo encargó de todos sus asuntos personales, confiándole todo a él. A partir de ese momento, Dios bendijo el hogar del egipcio gracias a José. La bendición de Dios se extendió sobre todo lo que poseía, tanto en la casa como en los campos, tanto que Potifar solo tenía que preocuparse de comer tres veces al día.
—Genesis 39:1-6 Biblia El Mensaje
Cuando terminás de leer esta porción del Génesis, ¿no te viene a la mente que vos también has estado en lugares donde no querías?
José no estaba en el lugar que soñó. Fue vendido, traicionado, olvidado. Y, sinceramente, me identifico un poco con eso.
Nada de lo que vivía tenía sentido, y sin embargo, Dios seguía con él. Saber que Dios está con nosotros es fácil decirlo, pero difícil entenderlo cuando las cosas no salen como esperábamos.
Eso me confronta. Porque muchas veces —cuando todo se complica— mi primer impulso es querer escapar. Cambiar de trabajo, de proyecto, de ambiente, de gente… y de muchas cosas más.
Pero estoy aprendiendo algo: muchas veces creemos que la solución está en irnos, pero lo que Dios quiere es que aprendamos a permanecer. Y no es una lección que se aprenda una vez; es una que se practica cada día. Cada mañana hay que decidir: quedarme, confiar, y seguir haciendo lo correcto, incluso cuando nada parece cambiar.
José decidió servir con excelencia en un lugar injusto. No por Potifar, sino por Dios. Y ahí está el punto: la fidelidad se prueba cuando nadie te ve, y se consolida cuando nadie te aplaude.
Egipto no fue un castigo; fue el escenario donde Dios comenzó a formar al líder que gobernaría una nación. Y el lugar de tu incomodidad puede ser el taller donde Dios está puliendo tu carácter.
No se trata de resignarte, sino de confiar en que su presencia te prospera en medio de lo que otros abandonarían. No hay que rendirse; hay que seguir, aunque duela, aunque parezca que no cambia nada. Es difícil, sí… pero si permanecés consciente de esto, Dios está con vos. Prosperarás… donde otros se rinden.
Aplicación práctica
Permanecer no es pasividad, es resistencia con propósito. No te quedás porque no podés moverte; te quedás porque sabés que Dios sigue obrando, aunque vos no veas el resultado todavía.
Identificá tu “Egipto”. Puede ser una relación difícil, un trabajo que no elegiste, una espera que se prolonga. Nombralo, reconocelo… y entregáselo a Dios. Es ahí donde Él quiere mostrarte su presencia.
Elegí servir con excelencia, no por la gente, sino por Dios. José no trabajaba para Potifar; trabajaba para el Señor. Cada tarea hecha con fidelidad, aunque parezca insignificante, se convierte en una semilla que Dios hará florecer a su tiempo.
No confundas el silencio de Dios con su ausencia. En los procesos largos, el cielo parece callar. Pero su presencia no depende del ruido, sino de la promesa. Él está contigo, aunque no lo sientas.
“Prosperarás… donde otros se rinden” a través de la historia de José. Dios puede prosperarte incluso en tiempos difíciles.
Oración
Señor, reconozco que a veces quiero escapar de los lugares difíciles. Me cansa esperar, me frustra no entender, me duele seguir sin ver resultados. Pero hoy elijo permanecer. Aunque no todo tenga sentido, quiero confiar en que tu presencia sigue conmigo. Dame carácter para servir con excelencia, fe para no rendirme y ojos para verte en medio de lo injusto. Prosperame, no por el lugar donde estoy, sino por tu presencia en mí. Amén.
La fidelidad en los lugares incómodos abre las puertas que los impulsivos jamás alcanzan.

Sergio Daldi
CEO & Presidente
Grupo Nivel Uno / Casa Creacion
En Chile ya puedes preordenar Biblia El Mensaje para ser el primero en recibirla:
Preordena en: PENIEL CHILE

En USA puedes preordenar Biblia El Mensaje en:






Gracias por compartir esta palabra, me ha bendecido mucho y me ha hecho recordar tantos momentos en los que he querido salir corriendo y Dios me ha ayudado a permanecer y me ha recordado que todo tiene un propósito y que El tiene el control.
Dios continue bendiciendo su vida y la de su familia.😀
Teresa C.
…”Su presencia no depende del ruido, sino de su promesa”! Que belleza de reflexión! Gracias querido amigo por llevarnos a persistir y ver el trabajo del Sr en nuestras vidas! Gracias por recordarnos que decidir quedarnos trabajando en excelencia para Dios en nuestro Egipto es garantía para poder ver florecer lo que Dios hace por medio nuestro! Wow! Dios te siga bendiciendo y usando con poder junto a tu preciosa familia y equipo d trabajo! Gracias por ministrar nuestras vidas!
Gracias por esa palabra tan poderosa. Necesitaba leer que Dios esta en medio del lugar donde me encuentro.