«Mira con atención: enviaré a mi predicador delante de ti; él te allanará el camino. ¡Un clamor poderoso resuena en el desierto! ¡Prepárense para la llegada de Dios! ¡Hagan el camino recto y llano!».
—Marcos 1:2-3, Biblia El Mensaje
Estos versículos nos recuerdan que Dios siempre prepara el camino antes de manifestarse de manera poderosa en nuestras vidas. Así como Juan el Bautista fue el mensajero que anunció la llegada de Jesús, hoy Dios sigue enviando señales y personas que nos invitan a preparar nuestro corazón.
El "desierto" mencionado aquí no es un lugar físico, sino una representación de esos momentos en los que nos sentimos secos, desorientados o vacíos. Incluso en esos lugares, Dios nos llama con un mensaje claro: prepárate, porque algo grande está por venir.
Preparar el camino significa reflexionar, ajustar nuestras prioridades y quitar los obstáculos que nos alejan de Dios. No necesitas ser perfecto, solo estar dispuesto a abrir espacio para Su presencia en tu vida.
Aplicación práctica:
Hoy, detente un momento y escucha ese "clamor en el desierto" que te llama. ¿Qué áreas de tu vida necesitan ser enderezadas? Quizás se trate de soltar el miedo, sanar una relación o simplemente dedicar más tiempo a buscar a Dios.
Toma una decisión sencilla pero significativa: haz algo hoy que te acerque más a Él. Puede ser una oración sincera, leer Su Palabra o incluso ayudar a alguien que lo necesite. Cada pequeño paso que tomes prepara tu corazón para lo que Dios tiene reservado para ti.
Oremos:
Señor, gracias por recordarme que siempre estás trabajando en mi vida, incluso en los momentos difíciles. Ayúdame a escuchar Tu llamado y a preparar mi corazón para Tu presencia. Quiero caminar en el camino recto que Tú has trazado para mí. Confío en que algo maravilloso está por venir. En el nombre de Jesús, amén.
esperamos con ansia el regreso de nuestro Señor Jesucristo